jueves, 6 de diciembre de 2012

RESPUESTA DE SIOYA Y FESECBAN AL DIRECTOR GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO

Ilustrísimo señor Director General de los Registros y del Notariado:
En relación con el escrito girado el pasado día 28 de noviembre de 2012 al personal empleado de los Registros de España, por el que se nos agradecía la entrega y diligencia con la que habíamos asumido la tramitación de los expedientes de nacionalidad, el Sindicato Independiente de Oficiales y Auxiliares de España –SIOYA- y la Federación de Sindicatos de Empleados de los Registros de la Propiedad y Mercantiles de Cataluña, Baleares, Aragón y Navarra –FESECBAN- deseamos hacer algunas puntualizaciones.
Si bien, en nombre del colectivo que representamos, saludamos el detalle que implica acordarse de nosotros tras la encomienda de los expedientes y, en consecuencia, aceptamos con buen ánimo el agradecimiento dispensado desde la Dirección General, creemos necesario recordar la naturaleza jurídico-laboral de nuestro colectivo y la realidad socio-económica en la que nos encontramos, para que en ningún momento se pierda la perspectiva de a quién se está dirigiendo Vd. con su escrito.
El personal empleado en los Registros de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España está compuesto por unas 15.000 personas aproximadamente, cuyo número no podemos precisar con exactitud dado que la institución encargada de velar por el censo de los trabajadores, la Comisión de Vigilancia y Seguimiento del Convenio Colectivo, se halla descapitalizada debido a la parte empresarial. En virtud de diversas sentencias del Tribunal Supremo, nuestra relación con los registradores españoles es de carácter netamente laboral, lo que debería conllevar, entre otras consecuencias, que se aplicase en nuestras oficinas el todavía vigente I Convenio Colectivo y el Estatuto de los Trabajadores con carácter supletorio, a todos los efectos y de manera taxativa. Finalmente y como consecuencia de la asunción de nuevas funciones, de las sucesivas rebajas arancelarias y del descenso en la contratación inmobiliaria y mercantil, nuestro colectivo está viviendo una de las situaciones más calamitosas que pueden encontrarse hoy en día en cualquier sector dependiente de la Administración General del Estado, con registros en situación precaria, despidos cada vez más frecuentes y situaciones personales de extrema gravedad.
En este contexto, del cual le suponemos sobradamente informado, no terminamos de comprender el objeto de su escrito, sobre todo cuando a nadie se le escapa que la mejor forma de agradecer el conocimiento, experiencia y entrega al servicio consiste en prestar atención a las reivindicaciones del sirviente, al menos para calibrar su justicia o pertinencia. Llevamos 17 años dirigiéndonos a la Instancia que Vd. representa –entre otras instancias- a propósito de la infructuosa negociación del II Convenio Colectivo del personal empleado de los registros, y nunca se han atendido nuestras peticiones en ningún sentido, ni siquiera para comprobar que el buen funcionamiento de la institución registral también se debe a la solvencia y responsabilidad demostrada por sus empleados. Se agradece que se nos agradezca públicamente nuestro trabajo (en una carta que, por lo demás, constituye una réplica exacta de la que se ha enviado a los registradores), pero no puede dejar de sorprendernos que la misma institución que se declaraba incompetente para atender nuestras propuestas sea ahora competente para encomendarnos tareas o para repartirnos agradecimientos. 
No obstante, nos congratulamos de este cambio de dirección en la Dirección General y aprovechamos la ocasión para reiterar la petición presentada en enero pasado cuando, en una cordial entrevista con Vd., nos aseguró que la institución que representa tomaría las medidas adecuadas para garantizar los sueldos mínimos mensuales de todos los empleados de los registros españoles. Aun cuando en aquel momento no se especificó la forma, el tiempo o los mecanismos de compensación mediante los que se corregirían los impagos, lo cierto es que un lapso de once meses nos parece un tiempo muy prudencial para que se hubiera empezado a enmendar esta situación. Lejos de ello, cada vez son más los casos de registros en los que los compañeros no cobran el salario mínimo mensual, de manera esporádica o continuada. En ese sentido, el hecho de que un empleado de cualquier empresa no cobre el mínimo al que tiene derecho legalmente pero que, al mismo tiempo, acuda a su puesto de trabajo y desempeñe todas las encomiendas que se le hagan, no puede calificarse sino como un hito. Pero si además sucede que ese empleado depende de un empleador que dispone de sobrados recursos para hacer frente a sus obligaciones empresariales, entonces simplemente ese hecho no puede calificarse.
Como hemos repetido en muchas ocasiones, los empleados de los Registros de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España hemos demostrado nuestro sentido de la responsabilidad con profesionalidad y preparación, en la encomienda de los expedientes de nacionalidad y en cualquier tarea que se nos haya asignado. Ya hemos señalado en otro lugar lo conveniente que hubiera sido, no tanto para nosotros mismos como para el buen desempeño de la función, que se hubiera contado con nosotros para la preparación de la encomienda. Sin duda habríamos informado del día a día de nuestras oficinas, habríamos puesto nuestra experiencia al servicio de la encomienda y muy probablemente habríamos contribuido a reducir los innegables problemas logísticos que está sufriendo el proceso implementado en toda España.
No fue ésa la decisión que se tomó. Sin embargo, no sirve de mucho mirar al pasado, si no es para tomar impulso, como suele decirse en estos casos. Es por ello que estimamos en lo que vale el escrito que Vd. nos dirige y le animamos a que la Dirección General de Registros y del Notariado ratifique este cambio de rumbo. No dudamos de que sabrá dar respuesta a los problemas de una institución registral de la que también formamos parte.  
Atentamente.

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